La Educación No Puede Esperar anuncia una subvención de 325,000 USD en apoyo a sobrevivientes de la violencia sexual relacionada con los conflictos a través de una innovadora iniciativa educativa

En el noreste de Nigeria, catorce años de violencia infligida por el grupo insurgente Boko Haram, durante los cuales las escuelas y los hogares fueron blanco habitual de ataques y secuestros masivos, han dejado una huella dolorosa y duradera en la infancia, la seguridad y la educación de innumerables niñas y mujeres.

Con el propósito de fomentar el aprendizaje y el bienestar de las personas sobrevivientes de la violencia sexual relacionada con los conflictos y las infancias nacidas de la guerra en esta región, el fondo La Educación No Puede Esperar (ECW, por sus siglas en inglés) ha anunciado hoy una subvención de 325.000 USD destinada al Fondo Global de Sobrevivientes (GSF, por sus siglas en inglés). Dicha subvención del Fondo de Aceleración, cuya duración será de 12 meses, llegará a las personas sobrevivientes, así como a sus hijos, hijas y familias, en los estados afectados por la violencia de Boko Haram y facilitará su acceso a una educación integral y de calidad.

“Con demasiada frecuencia, la violencia sexual se utiliza como arma de guerra para sembrar el terror en contextos de crisis en todo el mundo. Se trata de un hecho atroz e inaceptable, además de un grave delito. Todas las niñas y niños merecen protección frente a la violencia sexual y tienen derecho a gozar de una situación de seguridad que les permita aprender, desarrollarse y alcanzar su pleno potencial. La Educación No Puede Esperar tiene el honor de asociarse con el Fondo Global de Sobrevivientes para establecer servicios educativos de calidad seguros, inclusivos y con perspectiva de género, creados conjuntamente con sobrevivientes de la intolerable violencia sexual ejercida por Boko Haram. Nuestras inversiones aportan medidas reparadoras con el fin de que puedan recuperarse, aprender, adquirir aptitudes y empoderarse para reimaginar su futuro, libres del miedo y la estigmatización. La Educación No Puede Esperar y el Fondo Global de Sobrevivientes trabajarán conjuntamente con las personas sobrevivientes para garantizar que tengan una nueva oportunidad en la vida”, declaró Yasmine Sherif, Directora Ejecutiva de La Educación No Puede Esperar, el fondo global para la educación en situaciones de emergencia y crisis prolongadas.

La misión del Fondo Global de Sobrevivientes, creado por el doctor Denis Mukwege y Nadia Murad, galardonados con el Premio Nobel de la Paz, es mejorar el acceso a las reparaciones de las personas sobrevivientes de la violencia sexual relacionada con los conflictos en todo el mundo.

A través de esta colaboración, La Educación No Puede Esperar apoyará al Fondo Global de Sobrevivientes en la implementación de su misión principal de creación conjunta con las personas sobrevivientes, que son quienes determinan qué significa para ellas la reparación y cómo quieren que se definan y apliquen sus medidas reparadoras. La iniciativa también pretende sensibilizar a la opinión pública nacional e internacional sobre la importancia y el impacto de emplear la educación como forma de reparación para las poblaciones afectadas en Nigeria.

“Las niñas y niños afectados por la violencia sexual relacionada con los conflictos representan una comunidad en gran medida invisible, y sus derechos y necesidades específicos se pasan por alto en las iniciativas de reparación en todo el mundo. Estas niñas y niños sufren profundas secuelas físicas, psicológicas y socioeconómicas que, sumadas a unas relaciones difíciles con sus familias y comunidades, tienen consecuencias que condicionan sus vidas. También es frecuente que abandonen la escuela y encuentren obstáculos para reincorporarse al sistema educativo. Esta colaboración con La Educación No Puede Esperar supondrá un impulso para el proyecto del Fondo Global de Sobrevivientes destinado a las niñas y niños víctimas de Boko Haram, que necesitan regresar por fin a la escuela y recibir el apoyo necesario para empezar a sanar”, declaró Nadia Murad, cofundadora del Fondo Global de Sobrevivientes.

Tras su liberación o huida, las personas sobrevivientes de Boko Haram vuelven a ser victimizadas y estigmatizadas en sus comunidades. A menudo se las considera mancilladas, o se las califica de “esposas de Boko Haram” y se da por sentado que son portadoras de la ideología del grupo insurgente. Sus hijos e hijas también son rechazados y no se les permite relacionarse con otras niñas y niños. Todos los aspectos de sus vidas –en el ámbito social, educativo y económico– se ven gravemente alterados.

En este sentido, la educación se erige como un derecho y una forma de reparación que puede permitir a estas mujeres y niñas reintegrarse en la sociedad, adquirir competencias para la vida y transformar su futuro. Además de impulsar su trayectoria académica, esta nueva subvención también asegurará que las personas sobrevivientes puedan acudir a visitas periódicas con trabajadores sociales especializados en salud mental y apoyo psicosocial, lo que contribuirá a su recuperación psicológica, social y académica.

Esta inversión demuestra el compromiso de La Educación No Puede Esperar de llegar a las personas más excluidas en las crisis, además de estar en consonancia con el enfoque transformador de género del Fondo para la educación en situaciones de emergencia y crisis prolongadas y la agenda de localización. El Fondo Global de Sobrevivientes ejecutará directamente la iniciativa en Nigeria, en colaboración con dos organizaciones locales: el Centro para la Educación de las Niñas y la Iniciativa Juvenil Contra el Terrorismo.

El mecanismo de financiación del Servicio de Aceleración de La Educación No Puede Esperar tiene como fin ayudar a la creación de bienes y recursos públicos mundiales destinados a la educación en el sector de las emergencias. Esta última subvención eleva a más de 26 millones de USD el total de las inversiones de La Educación No Puede Esperar a través de su Servicio de Aceleración, y es una parte fundamental de su Plan estratégico, con el que pretende movilizar 1.5 billones de USD en los próximos tres años con el fin de llegar a 20 millones de infancias afectadas por crisis.