La educación al servicio de la paz y la seguridad: declaración de Yasmine Sherif, Directora del fondo la Educación no Puede Esperar, en el marco del Día de las Naciones Unidas

Hoy que el mundo celebra el Día de las Naciones Unidas, recordemos la razón de ser de la Organización y la voluntad de sus fundadores. En 1945 y años posteriores, había optimismo, esperanza y determinación para lograr la paz, la seguridad y los derechos humanos para todas las personas.

Desde su creación en 1945, las Naciones Unidas se han mantenido como un símbolo universal de esperanza y humanidad. La Carta de las Naciones Unidas engloba nuestra visión del desarrollo sostenible, el respeto de los derechos humanos y el mantenimiento de la paz y la seguridad.

Todo ello empieza con la educación. La educación es precisamente la base. Sin educación —especialmente para aquellos que padecen guerras, desastres climáticos y son objeto de desplazamiento forzado—, ¿cómo lograremos hacer realidad la visión de las Naciones Unidas? Es imposible desde un punto de vista lógico y humano.

Hoy, que se cumplen 77 años de la proclamación de la Carta de las Naciones Unidas, el mundo afronta una inseguridad nunca antes vista, conflictos armados nuevos, continuos y devastadores y la mayor afluencia de desplazamientos de la historia. Los 222 millones de niñas, niños y adolescentes, que sobreviven en estos contextos despiadados y no pueden acceder a una educación continuada e inclusiva de calidad, son quienes asumen las consecuencias.

Con la absurda guerra en Ucrania hemos sigo testigos de primera mano de ataques deliberados contra escuelas y otros objetivos civiles. Todos los ataques dirigidos a escuelas y alumnos constituyen una violación de la Carta de las Naciones Unidas, el Derecho Internacional Humanitario y la Declaración sobre Escuelas Seguras. Vemos a nuestros compañeros de los organismos de las Naciones Unidas y la sociedad civil trabajar sin descanso —desde el Sahel y Oriente Medio hasta América Latina y el Afganistán— con los gobiernos de acogida para gestionar una situación que se deteriora constantemente, contener el caos y mitigar el sufrimiento humano. Todos ellos se aferran firmemente a la voluntad y espíritu de los fundadores de las Naciones Unidas.

Sus acciones deben ser un ejemplo para nosotros. Solo así podremos hacer realidad la visión de las Naciones Unidas, su Carta y las convenciones de derechos humanos.

Al brindar educación a todas las niñas niños y adolescentes rezagados en estas emergencias y crisis prolongadas, podemos cerrar la brecha entre la poderosa visión de las Naciones Unidas y las crueles realidades sobre el terreno. Si trabajamos en colaboración a través de programas conjuntos para lograr resultados colectivos, conseguiremos resultados de aprendizaje. Si aprovechamos el potencial de todos los jóvenes en crisis, tendremos más posibilidades de alcanzar los ideales y principios de la Carta de las Naciones Unidas. Si tomamos acción, podremos dejar el legado de hacer realidad la visión de las Naciones Unidas.

Es momento de invertir en la humanidad y financiar la educación en emergencias y crisis prolongadas, objetivo que perseguimos con la campaña mundial de la Educación no Puede Esperar: 222 Millones de Sueños✨📚 .

Invitamos a los donantes, los Estados Miembros, las empresas del sector privado y los particulares con gran poder adquisitivo a convertirse en agentes del cambio para hacer realidad los ideales y principios de las Naciones Unidas para la generación de jóvenes que representan la esperanza y serán las y los dirigentes mundiales del futuro. Las contribuciones significativas de financiación a la Educación no Puede Esperar —el fondo mundial de las Naciones Unidas para la educación en emergencias y crisis prolongadas— nos permitirán empoderar a nuestros aliados y a la comunidad de asistencia para que trabajen conjuntamente a fin de que se imparta con urgencia una educación de calidad a 222 millones de niñas, niños y jóvenes afectados por crisis, pero aún resilientes.

En la Conferencia de Alto Nivel sobre la Financiación de la Educación no Puede Esperar, que se celebrará el 16 y 17 de febrero de 2023 en Ginebra, podemos adoptar una postura audaz y con principios para marcar la diferencia. La Conferencia, auspiciada por el Gobierno de Suiza y la Educación no Puede Esperar y co-organizada por Alemania, el Níger, Noruega y Sudán del Sur, es nuestra oportunidad para hacer realidad 222 Millones de Sueños✨📚 de educación. Cada una de estas infancias comparten el sueño de ser útiles para sus sociedades, países y el mundo. Tal como lo soñaron en su momento los fundadores de las Naciones Unidas.

No perdamos esa oportunidad. No desperdiciemos su potencial. No desaprovechemos la posibilidad de revivir la humanidad y mantener en pie la visión de las Naciones Unidas.