En todo el mundo, cerca de un cuarto de billón de niñas y niños en edad escolar se encuentran afectados por crisis y necesitan ayuda urgente para acceder a una educación de calidad: un aumento de 35 millones en 3 años

En del Día Internacional de la Educación, La Educación No Puede Esperar lanza un nuevo Informe de Estimaciones Mundiales, en el que alerta de que el aumento de las necesidades está superando la financiación de ayuda a la educación.
El número de niñas y niños en edad escolar que se encuentran afectados por crisis y que necesitan ayuda urgente para acceder a una educación de calidad está aumentando rápidamente en todo el mundo, según señala el nuevo Informe de Estimaciones Mundiales, publicado hoy por La Educación no Puede Esperar (ECW, por sus siglas en inglés), el fondo mundial para la educación en situaciones de emergencia y crisis prolongadas de las Naciones Unidas. Este nuevo informe revela que la cifra ha aumentado en aproximadamente 35 millones durante los últimos tres años, alcanzando los 234 millones a finales de 2024.
Los conflictos crecientes, junto con fenómenos meteorológicos y climáticos extremos cada vez más frecuentes y severos, están poniendo en peligro el presente y el futuro de este número de niñas y niños que crece con rapidez. De acuerdo con el informe, las niñas y niños refugiados, desplazados internos o con discapacidad son los más afectados por estas crisis interseccionales.
Si bien es cierto que las necesidades están aumentando, el nuevo informe subraya que, tras varios años de considerable crecimiento, la financiación destinada a la ayuda humanitaria para la educación se ha estancado. Además, el porcentaje de la ayuda oficial para desarrollo destinada a la educación también ha disminuido en los últimos años. Según las Naciones Unidas, existe un déficit de financiación anual de 100 billones de dólares de los EE. UU. para poder alcanzar las metas de educación en los países de ingresos bajo y medios-bajos fijadas en los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS).
“En este Día Internacional de la Educación, nuevamente estamos dando la voz de alarma. Casi un cuarto de billón de niñas, niños y adolescentes en crisis en todo el mundo están privados de su derecho básico a recibir una educación de calidad debido a guerras, desplazamientos forzados y desastres climáticos. Alrededor del mundo se invierte más en gastos militares que en desarrollo, más en bombas que en escuelas. Como comunidad global, a menos que comencemos a invertir en las nuevas generaciones, su educación y su futuro, dejaremos atrás un legado de destrucción. Más de dos trillones de dólares son invertidos globalmente cada año en la maquinaria de guerra, mientras que solo unos pocos cientos de billones de dólares podrían garantizar una educación de calidad anual para las infancias y sus docentes en situaciones de crisis. Es hora de dejar de lado la carrera armamentista y correr por la carrera humana”, declaró Yasmine Sherif, Directora Ejecutiva de ECW.
El informe subraya que la exposición a conflictos armados, desplazamientos forzados, peligros de origen climático, epidemias y dificultades socioeconómicas supone una amenaza a largo plazo para la salud, la educación y el bienestar de la infancia. Además, señala que las crisis son cada vez más intensas, generalizadas e interconectadas. En los últimos cinco años, el número de conflictos mundiales se ha duplicado: en 2024, 50 países registraron niveles de conflicto extremos, altos o turbulentos.
Una emergencia mundial silenciosa
De los 234 millones de niñas, niños y adolescentes afectados por la crisis que señala el informe, 85 millones (37%) no tienen ningún tipo de escolarización. De estos 85 millones:
- el 52% son niñas;
- el 17% (es decir, 15 millones) son niñas y niños refugiados o desplazados internos; y
- más del 20% son niñas y niños con discapacidad.
La mitad de estos niños y niñas sin escolarizar se concentran en cinco crisis prolongadas en Sudán, Afganistán, Etiopía, la República Democrática del Congo y Pakistán.
Casi un tercio de las niñas y niños en edad de cursar primaria que se encuentran afectados por crisis están sin escolarizar (el 52% son niñas). El acceso a la educación secundaria es igual de alarmante: el 36% de las niñas y niños en edad de cursar el primer ciclo de secundaria y el 47% de los que están en edad de cursar el segundo ciclo carecen de acceso a la educación.
Incluso cuando van a la escuela, muchas niñas y niños afectados por crisis se quedan atrás. Solo el 17% de las niñas y niños afectados por crisis que se encuentran en edad de cursar primaria alcanzan el nivel mínimo de competencia lectora al final de la escuela primaria. En particular, las niñas de primaria superan sistemáticamente a sus compañeros varones, ya que representan el 52% de este grupo.
Aproximadamente, la mitad de las niñas y niños en edad escolar de todo el mundo, que se ven afectados por crisis, viven en África Subsahariana, una región que, de acuerdo con el informe, presenta los problemas de mayor complejidad a la hora de garantizar el derecho de las infancias a la educación.
El Informe también subraya que el cambio climático está aumentando la frecuencia y gravedad de los fenómenos meteorológicos extremos, y condenando a un número cada vez mayor de niñas y niños a la no escolarización. En 2024, una serie de fuertes inundaciones devastaron las regiones del Sahel, África Oriental y Asia Central, al mismo tiempo, tanto África Noroccidental y meridional como partes del continente americano se vieron asoladas por sequías graves. Los efectos exacerbados de estas crisis han agravado la inseguridad alimentaria y han provocado niveles nunca vistos de desplazamientos en todo el mundo.
Para abordar estos desafíos interconectados, ECW y sus asociados estratégicos mundiales hacen un llamado para que se proporcione una financiación adicional 600 millones de dólares de los EE. UU, de modo que sea posible alcanzar los objetivos señalados en el plan estratégico de cuatro años del Fondo. Con el aumento de la financiación procedente de donantes públicos, el sector privado e individuos con grandes patrimonios, ECW y sus asociados buscan alcanzar a 20 millones de niñas y niños afectados por crisis, de aquí a 2026, brindándoles la seguridad, las oportunidades y la esperanza que aporta una educación de calidad.
Notas para los editores
• Descargue el Informe de Estimaciones Globales aquí.
• Descargue el resumen aquí.
• B-roll disponible aquí.
• Fotos en alta resolución disponibles aquí.
Acerca de La Educación No Puede Esperar (ECW, por sus siglas en inglés):
La Educación No Puede Esperar (ECW, por sus siglas en inglés) es el fondo mundial para la educación en situaciones de emergencia y crisis prolongadas dentro de las Naciones Unidas. Contribuimos a que los resultados en materia de educación de niñas y niños refugiados, desplazados internos y afectados por otras crisis sean de calidad para que nadie se quede atrás. ECW actúa a través del sistema multilateral para acelerar las respuestas en situaciones de crisis y vincular las intervenciones de socorro inmediato con otras a más largo plazo mediante programas plurianuales. A su vez, el fondo trabaja estrechamente con gobiernos, donantes públicos y privados, organismos de las Naciones Unidas, organizaciones de la sociedad civil y otros agentes que prestan ayuda humanitaria y para el desarrollo a fin de mejorar la eficacia y terminar con las respuestas aisladas. ECW lanza un llamado urgente a los donantes de los sectores público y privado para que incrementen su apoyo a fin de poder llegar a todavía más niños, niñas y jóvenes vulnerables.
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