Respuesta a La Covid-19 en El Ámbito Educativo: Educación No Puede Esperar Y Sus Asociados Llegan a Más De 9 Millones De Niños Y Jóvenes Vulnerables

Mientras que el 11 de marzo de 2021 marca el primer aniversario de la pandemia de COVID-19 en el mundo, los primeros informes sobre los progresos realizados en las respuestas de emergencia a la COVID-19 hasta la fecha por parte de Educación no puede esperar indican que el Fondo y sus asociados ya han beneficiado a más de 9 millones de niñas y niños vulnerables durante la peor crisis educativa de nuestra vida.

A los pocos días de haberse declarado la pandemia hace un año, Educación no puede esperar asignó rápidamente 23 millones de dólares en subvenciones de emergencia ante la COVID-19 con el fin de financiar el acceso continuo a las oportunidades de aprendizaje, así como de proteger la salud y el bienestar de los niños y las niñas que viven en situaciones de emergencia y crisis prolongadas. Poco después, Educación no puede esperar continuó ampliando su respuesta con una segunda asignación de 22,4 millones de dólares, dando prioridad específicamente a los niños y jóvenes refugiados, desplazados internos y residentes en comunidades de acogida.

“Durante la COVID-19, nuestras inversiones han permitido la subsistencia de los niños y jóvenes que se enfrentan a situaciones de crisis y conflictos en todo el mundo. A pesar de la pandemia, nuestros asociados gubernamentales, la sociedad civil y nuestros compañeros de las Naciones Unidas han estado trabajando codo con codo en colaboración con las comunidades para proporcionar aprendizaje a distancia y educación continua en entornos de aprendizaje seguros y protectores”, ha declarado Yasmine Sherif, Directora de Educación no puede esperar. “Sin embargo, demasiados niños y jóvenes se han quedado atrás, ya que se necesitan recursos financieros para llegar a ellos. Corremos el riesgo de perder generaciones enteras de jóvenes que ya están enfrentándose a situaciones de emergencia y crisis prolongadas”.

El Muy Honorable Gordon Brown, Enviado Especial de las Naciones Unidas para la Educación Mundial y Presidente del Grupo Directivo de Alto Nivel de Educación no puede esperar, hizo hincapié en la apremiante necesidad de conseguir una mayor financiación para cumplir con el Objetivo de Desarrollo Sostenible 4, a través de Educación no puede esperar, tanto durante como después de la pandemia: “Insto a todas las partes interesadas del sector educativo a aunar esfuerzos con Educación no puede esperar en la movilización de 400 millones de dólares adicionales para financiar inmediatamente la educación continua de los niños y jóvenes vulnerables atrapados en crisis humanitarias, y hago hincapié en la necesidad de actuar rápidamente. No podemos permitirnos perder más tiempo, ni dejar que millones de refugiados y niños afectados por situaciones de conflicto, así como sus familias y docentes, pierdan la esperanza”.

En total, las subvenciones de emergencia ante la COVID-19 de Educación no puede esperar están destinadas a 32 millones de niños y jóvenes vulnerables (de los cuales, más del 50% son niñas) en más de 30 países afectados por conflictos armados, desplazamientos forzados, desastres relacionados con el clima y otras crisis. Para estos niños y niñas, la pandemia ha generado una “crisis dentro de una crisis”, acentuando aún más las vulnerabilidades y desigualdades preexistentes. Sin acceso a la protección y esperanza de recibir una educación, se enfrentan a múltiples riesgos, como el trabajo y el matrimonio infantiles, el embarazo precoz, la trata de personas, el reclutamiento forzado por parte de grupos armados, la explotación sexual y la violencia de género

Las subvenciones de emergencia en respuesta a la COVID-19 ofrecidas por Educación no puede esperar a más de 80 organismos de las Naciones Unidas y organizaciones no gubernamentales que trabajan sobre el terreno en 33 países y contextos afectados por crisis respaldan una gran variedad de intervenciones que abarcan tanto la educación preescolar (19%), primaria (56%) y secundaria (25%) como la educación no formal. En ellas, se incluyen los siguientes aspectos:

• Aprendizaje a distancia: Con la perturbación completa de los sistemas de educación habituales en las zonas afectadas por situaciones de emergencia, las subvenciones de Educación no puede esperar financian modelos alternativos de prestación educativa, como los materiales de educación informal en los hogares y la ampliación de los programas de educación a distancia, principalmente a través de programas interactivos de radio.
   
• Un énfasis en el género: Se integraron medidas específicas para cada género en la fase de elaboración de la respuesta, a fin de respaldar la evaluación rápida en función del género y los enfoques dirigidos específicamente a las niñas. Más de la mitad de los niños y jóvenes beneficiados hasta el momento son niñas y el 61% de los maestros capacitados son mujeres.
   
• Un énfasis en la población víctima de desplazamientos forzados: Las intervenciones financiadas por Educación no puede esperar están destinadas específicamente a 2,7 millones de refugiados, así como a niños y jóvenes víctimas de desplazamientos internos
   
• Entornos de aprendizaje seguros y protectores: Las actividades mejoran el acceso al agua, la higiene y el saneamiento para proteger a los niños y sus comunidades contra los riesgos de la COVID-19. La difusión de mensajes, adaptados a los idiomas y contextos locales, proporcionan consejos prácticos sobre la manera de mantenerse a salvo, mediante el lavado de manos y el distanciamiento social, entre otras medidas.
   
• Salud mental y apoyo psicológico: Esto abarca directrices y capacitación específicas sobre la COVID-19 para padres y docentes, con el objetivo de promover la resiliencia y el bienestar psicosocial de los niños y jóvenes. Educación no puede esperar también brinda apoyo a todos los niños y adolescentes para que reciban instrucción en materia de aprendizaje socioemocional.

Además de su cartera de subvenciones de emergencia de 12 meses, Educación no puede esperar también invierte en programas educativos de resiliencia plurianuales que proporcionan oportunidades integrales de aprendizaje a largo plazo para los niños y jóvenes que se encuentran en situaciones de crisis prolongadas para que puedan obtener resultados educativos de calidad.

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